Beatriz Alarcón García



jueves, 29 de enero de 2009

pensamiento

Quién aprende a leer el libro de la naturaleza, conoserá la sabiuría de la vida

miércoles, 28 de enero de 2009

Sin Ti - IL DIVO

lunes, 26 de enero de 2009

La montaña orgullosa

Esto ocurrió hace mucho tiempo, aunque hay quien pueda recordarlo. Hubo un planeta pequeñito, muy joven, completamente liso, y le salió una montañita que creció hasta quinientos metros.
Así estuvo un millón de años, pero en este tiempo comenzaron a surgir en la llanura otras montañitas, que también crecieron. La montaña primera, irritada por la pérdida de su dominio, hizo esfuerzos y creció trescientos metros más. Y a medida que transcurría el tiempo, creció algunos metros en proporción a su orgullo... Hasta que comprobó que en sus cumbres ya no había vida a causa del frío y de los fuertes vientos, contrastando con las otras montañitas, acariciadas por suaves brisas y cubiertas de árboles donde anidaban mil clase de pájaros. ¡Qué envidia! Por fin no lo pudo aguantar más y estalló convertida en fiero volcán, envenenó el aire, mató toda vida, desoló sus propias laderas, secó y arruinó todas las montañas a su lado. Pasada la furia loca, vio su obra, y... apagándose, se arrepintió.
De sus laderas brotaron lágrimas en forma de fuentes purísimas a cuyas aguas regresaron de nuevo los pájaros y con ellos las semillas. Volvió a brillar el sol cuando se disiparon las cenizas. Como su tierra era nueva, salida de las entrañas del planeta, rica en minerales y gérmenes de vida, la montaña se hizo pronto hermosa, muy verde y adornada de nubes que le dieron sombra y caricias.
Su vida se contagió a las otras tierras y siempre vivió erosionándose, callando, humildemente, convirtiéndose en un frondoso valle de ríos y bosques que aún hoy se puede reconocer. Existe aprendizaje para todos. Para los que se sienten como la montaña que una vez fue egoista, todavía hay tiempo para florecer. Para los que están a punto de volverse volcanes, pueden evitar llegar más allá. Pero nunca es demasiado tarde si actuamos HOY con HUMILDAD.
por Fray Fernando Rodríguez

Refranes - Octavio Paz

Una espiga es todo el trigo
Una pluma es un pájaro vivo y cantando
Un hombre de carne es un hombre de sueño
La verdad no se parte
El trueno proclama los hechos del relámpago
Una mujer soñada encarna siempre en una forma amada
El árbol dormido pronuncia verdes oráculos
El agua habla sin cesar y nunca se repite
En la balanza de unos párpados el sueño no pesa
En la balanza de una lengua que delira
Una lengua de mujer que dice sí a la vida
El ave del paraíso abre las alas
Como la marejada verde de marzo en el campo
Entre los años de sequía te abres paso
Nuestras miradas se cruzan se entrelazan
Tejen un transparente vestido de fuego
Una yedra dorada que te cubre
Alta y desnuda sonríes como la catedral el día del incendio
Con el mismo gesto de la lluvia en el trópico lo has arrasado todo
Los días harapientos caen a nuestros pies
No hay nada sino dos seres desnudos y abrazados
Un surtidor en el centro de la pieza
Manantiales que duermen con los ojos abiertos
Jardines de agua flores de agua piedras preciosas de agua
Verdes monarquías La noche de jade gira lentamente sobre sí misma.

Paisaje surgido de las entrañas de mi imaginación.

Acuarela

Hermosas imágenes

Aquí expongo una hermosa música acompañada de hermosas imágenes de flores, todo es prueba, lo borraré, estoy intentando probar las pestañas o etiquetas, el tiempo no me permite avanzar, son demasiadas cosas que hacer, pero será, nada debe apurarme. Publicado por Beatriz en 18:28 0 comentarios